LA IMPORTANCIA DE LA MIRADA


Hace unos días que viene a mi mente el tema de la mirada, el vernos, que nos vean y la importancia que esto tiene en nuestra vida.

Después de leer algunos artículos y de pensar mucho sobre esto llegue a la conclusión de que la base de este "problema" está en la relación con nuestros padres,  como no podía se de otra manera!.

Las primeras personas que tienen que mirarnos son nuestros padres. Y con mirarnos no solo me refiero a lo visual, a dirigir sus ojos hacia nosotros;  sino que mirar  va más allá de eso.

Mirar implica reconocer, ver con todos los sentidos, es decir, estar atentos a nuestras necesidades, entender y validar nuestras emociones.

Tiene que ver con el cuidar, sostener, proteger.

En realidad esa el tarea que tenemos todos los padres, no?.


Pero qué pasa cuando no somos mirados?

Allí nos sentimos desatendidos, desprotegidos, descuidados, poco importantes, etc.

Esto trae como consecuencia inseguridad, miedo, baja autoestima...

"Si mis padres no me miran entonces nadie va a hacerlo", es lo que inconscientemente incorporamos y desde allí vamos creando nuestra forma de funcionar en el mundo.


Y por qué no nos miran?

Muchas veces en la consulta veo este tipo de conflictos y sus consecuencias y siempre sostuve que esos padres no son capaces de mirar a su hijo o hija, no pueden, por diferentes motivos (y allí entra toda la historia de cada uno de ellos).

Hoy, luego de leer y analizar algunos materiales, pude entender que es lo que sucede. O por lo menos una de sus explicaciones.


Esa madre y ese padre están repitiendo una historia que viene dándose desde muy atrás, en sus ancestros. Siguen esperando que sus propios padres los Vean. Y esto sigue dándose una y otra vez hasta que en alguna generación pueda sanarse y modificarse.

Es como si todo el tiempo estuvieran dándole la espalda al hijo y dirigiendo la mirada a sus padres. Es un desorden no?, tendría que ser al revés, verdad?

Cuando somos adultos y llegamos a darnos cuenta de todo esto, podemos hacernos responsables y hacernos cargo de nosotros mismos. Es decir, mirarnos, vernos, validar lo que sentimos, cuidarnos. Darnos vuelta y darnos esa mirada que nos faltó.

Recién ahí, luego de vernos es que vamos a poder mirar a nuestros hijos e hijas y darles lo que necesitan.


Entonces es muy importante que nos tomemos el tiempo de conocernos, cuidarnos, amarnos y aceptarnos, a nosotros mismos. De esta manera nos sanamos y sanamos nuestra descendencia.

Disfrutemos del tiempo en compañía con nosotros mismos par luego disfrutarlo con nuestros hijos.

Y si ya tus hijos son adultos, no importa, nunca es tarde para ocuparte de tí.

Estoy convencida de que el Amor es el que tiene el poder de cambiarlo todo. Y primero debe ser hacia nosotros.


*Espero  te haya gustado esta reflexión. Me encantaría que compartieras tu opinión!


Hasta la próxima!!!


Isabel

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